08 enero 2010

¿Su trabajo es aburrido o el aburrido es Usted?

Hoy, amigos de piensamarketing, traduje al español para ustedes un escrito que puede resultarles interesante o “muy aburrido”, fue publicado en uno de mis blogs favoritos, el Harvard Business Review el pasado 7 de enero de 2010 por Susan Cramm. Espero que sea de su agrado
aburrido .
Si últimamente encuentra su trabajo un poco aburrido, sepa que no es el único. Muchos se sienten atrapados en sus puestos de trabajo desde que la economía ha entrado en crisis. Pero lo reto ver que en realidad su trabajo no es el aburrido, sino usted. En primer lugar, vea si reconoce alguna de estas duras realidades:
1. Usted funciona en piloto automático.
Cuando nos aburrimos, nuestro cerebro cambia a piloto automático. Esto no es bueno ni para usted ni su empresa. Lamentablemente, pasar a piloto automático es una de las cosas que mejor hace nuestro cerebro. Nuestras experiencias crean las vías neuronales sobre las que depende nuestra supervivencia. El cerebro interpreta la realidad actual y responde a situaciones similares utilizando comportamientos que ya usados en el pasado. Estos accesos directos nos ayudan a ahorrar tiempo, pero su vez pueden minar nuestro interés y motivación.
2. El nivel de energía es mediocre.
Cuando nos aburrimos, nuestro nivel de energía se disipa y perdemos el foco tan necesario para hacer un trabajo sobresaliente. Nuestro cerebro ya no trabaja para nosotros sino que comienza a trabajar en contra nuestro.
3. Usted se convirtió en un conformista.
No es raro que muchos líderes comiencen a dormir en sus trabajos cuando han alcanzado el tercer o cuarto año. En ese momento, han moldeado la organización según la imaginaron varios años antes. Saben que su gente, procesos y tecnologías no son perfectas, pero se han adaptado a esas imperfecciones y perdieron de vista las oportunidades de mejora. Cada día surge el mismo conjunto de problemas y las mismas respuestas. Desde la perspectiva del rendimiento, los "negros" y "blancos" que se observaron el primer día de trabajo, ahora son sólo escalas de grises. "¡No puedo creer que las cosas sean así!" poco a poco se convierte en "¡No puedo creer lo cansado que estoy!"
Entonces, ¿cuál es la solución?
Despiértese Usted mismo renovando su agenda de “liderazgo”. Reengánchese mentalmente haciendo como si se hubiera despedido a Usted mismo, y durante las próximas semanas actúe como si recién hubiese entrado a la empresa. Esto implica evaluar nuevamente la situación actual con la ayuda de los principales interesados. Que sea un proceso ordenado.

No es tan fácil como parece. Porque además de estar aburrido, seguramente se encuentra tapado de tareas. La única solución es abstraerse del día a día mientras redefine el futuro de su organización. Es hora de delegar y asegurarse que las actividades de sus "primeros 90 días" sean la prioridad a la hora de armar su nueva agenda. Actividades tales como definir puntos fuertes y oportunidades, y cómo asignar mejor los recursos existentes.

Este enfoque es incómodo y pero definitivamente no es aburrido. Tome coraje, que su organización puede funcionar perfectamente sin Usted (por un tiempo) y es mucho mejor despedirse mentalmente a Usted mismo hoy, que esperar a que su organización lo hago por usted - pero de verdad.

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