Les acerco esta nota, que me resultó interesante, publicada en el diario Perfil donde el ex CEO del buscador más famoso de la Web habla de la Argentina y sus posibilidades.
Por Andrea Gentil
Palabra de experto. Según Schmidt, este país debería apostar por desarrollar más la red de banda ancha.
Fue en los últimos diez años que Google pegó el gran salto: de ser una muy buena compañía, se transformó en el gigante que hoy por hoy tiene 24 mil empleados, una facturación de US$ 29 mil millones por año y –tal vez el hecho más elocuente del nivel de impacto que alcanzó la empresa en esta década– la causante de que buscar información por Internet se pueda resumir en un un cortísimo verbo de neto tinte neologista: ‘googlear’.
Al frente de ese período de expansión estuvo Eric Schmidt, el mismo que esta semana cedió su puesto de CEO a favor de Larry Page, uno de los dos fundadores de la empresa, junto con Sergey Brin (ver recuadro). Durante su reciente paso por la Argentina para analizar la situación local (América latina es el foco de crecimiento más grande de la empresa), Schmidt, entre otras cosas también asesor del presidente estadounidense Barack Obama, habló con PERFIL y dejó la sensación de que este país contradictorio, de inflación negada y vértigo consumista, en materia de tecnología no parece estar haciendo las cosas tan mal.
—¿Qué planes tiene Google para la Argentina?
—Esta es mi segunda visita a la Argentina; ya había estado tres años atrás. El país parece estar haciendo mucho mejor las cosas; el uso de Internet, por ejemplo, aumentó mucho. Vemos que hay un crecimiento muy rápido y, de hecho, Brasil y la Argentina son los dos países que están teniendo el crecimiento más veloz en el mundo, así que tenemos planes de invertir fuertemente en el país, quizás hasta el doble de lo que estamos haciendo ahora.
—¿En qué áreas?
—En todas, pero especialmente en ventas y servicios. Para nosotros, este país se convirtió en una muy buena inversión, hay mano de obra muy calificada y graduados universitarios con un alto nivel de educación.
—¿Cómo percibe la situación de la tecnología aquí?
—El país emergente que más está creciendo en el mundo es la India. Lo que sucede en la Argentina es que tiene una penetración muy profunda de teléfonos celulares, pero poco mercado de teléfonos inteligentes, smartphones más potentes. Queremos que eso aumente y expandir Android, obviamente.
—¿Cuáles son, a su juicio, nuestras áreas más fuertes y cuáles las más débiles en materia tecnológica?
—Lo que noto es que el comercio electrónico no está tan avanzado aquí como en los EE.UU. o Europa. Pero si analizamos el uso que se le da a la tecnología en sí misma, vemos que los argentinos son usuarios muy fuertes y que los usos son similares en otras partes. Algo llamativo es que los negocios corporativos están creciendo mucho más rápido aquí que en la mayoría de los países. No me pregunte por qué porque no estoy seguro…
—Usted es consejero para Ciencia y Tecnología del presidente Obama. ¿Cuál sería el mejor plan para el sector en un país como éste?
—El punto más importante es desarrollar una red de banda ancha más amplia y más fuerte. Hay que tener más fibra óptica, las conexiones tienen que ir más rápido. El impacto económico que tiene una red de banda ancha veloz es multiplicador, porque las personas pueden trabajar on line, hacer negocios on line, ser más eficientes, inclusive exportar más. La penetración de la banda ancha aquí no es tan amplia como podría ser, de manera que si el Gobierno fuera más agresivo con la extensión de la red sería muy bueno para la Argentina en general.
—¿Y cuál es la mejor manera de profundizar la presencia de la banda ancha?
—Lo más sencillo sería hacer obras públicas en las que sistemáticamente se coloquen caños para la banda ancha. En los EE.UU., cada vez que se hace una calle se instalan caños vacíos que en el futuro pueden ser llenados. Esto es mucho más barato que instalar redes en otras zonas, como un aeropuerto, por ejemplo.
—¿Cuál es el impacto real de la tecnología móvil? ¿Está generando un cambio profundo o entre muchos sectores de la población se queda apenas en el marketing?
—Es una influencia realmente muy notoria; yo voy caminando por una calle de Buenos Aires y el teléfono inteligente me puede decir adónde ir a comer o a comprar un regalo. Creo que los teléfonos abren un mundo real de posibilidades.
—Sí, pero eso es profundo sólo para una parte de la sociedad... Pienso en la Argentina, en América latina; hay muchísima gente sin acceso a la tecnología, por no hablar del acceso a satisfacer otras necesidades básicas...
—Tienen muchos teléfonos; no son potentes, pero en el futuro, dentro de dos o tres años, los smartphones serán cada vez más baratos y más gente los podrá tener. Por eso digo que la tecnología móvil no es algo que solamente tienen los ricos o una elite. Puede que sea para los ricos por ahora, pero esa no es la tendencia.
—¿Cómo queda parada la privacidad en todo esto?
—Es un tema muy importante, fundamental, sobre el que siempre nos preguntamos en Google.
—¿De qué manera uno puede mantenerla en este contexto en el que se puede saber dónde está uno y qué es lo que hace casi todo el tiempo?
—Nuestra filosofía es que usted pueda decidir qué tipo de información nos da o no. La mayoría de los usuarios confía en nosotros porque sabemos dónde están y quiénes son, porque buscamos darles una respuesta a sus inquietudes y necesidades. Pero siempre es el usuario el que decide qué sabemos y cuánto sabemos.
—Usted figura en Wikipedia en español como un hombre tan importante que “al menos” es recibido por vicepresidentes cuando visita algún país… ¿fue recibido por alguna autoridad argentina en este viaje?
—(Se muestra sorprendido, levanta las cejas, piensa y suelta una sonora carcajada) ¿De veras? No estaba enterado… ¡Lo que dice Wikipedia no es cierto! No me reciben siempre al menos los vicepresidentes, aunque es cierto que por lo general tengo buenas relaciones con los gobiernos, por más que hay excepciones (ríe de nuevo, todos pensamos en China). Ahora, mis nuevas funciones en Google tendrán más que ver con estar en contacto con el sector de gobierno, con llevar los asuntos externos de la empresa.
Por Andrea Gentil
Publicado por Martín Domínguez para Piensamarketing
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